En un mundo lleno de desencuentros, la reconciliación y la convivencia se presentan como objetivos esenciales. Antonio Pérez Esclarín, en su reflexión del 17 de noviembre de 2025, destaca la importancia de aprender a resolver diferencias sin recurrir a la violencia. La violencia, ya sea física, verbal o psicológica, es un signo de debilidad moral e intelectual. Pérez Esclarín enfatiza que "la agresión es la más triste e inhumana ausencia de pensamiento". Para avanzar hacia una paz genuina, es fundamental transformar la agresividad en una fuerza positiva, que fomente la creación y la cooperación. El autor subraya que ser valiente no implica insultar o amenazar, sino dominar las propias tendencias agresivas y convertirlas en canales de encuentro. Además, es crucial valorar y aceptar las diferencias en todos los ámbitos: político, social, cultural, religioso, racial y de género. La diversidad debe ser vista como una riqueza, siempre con un compromiso firme hacia los derechos humanos. Pérez Esclarín también invita a tratar los problemas con cortesía, considerándolos como retos a resolver en lugar de excusas para culpar a otros. Con la presencia de Dios, asegura, se puede salir fortalecido en este camino hacia la paz y la reconciliación. Para más información y entrevistas, se invita a unirse a los canales de Telegram, WhatsApp y a descargar la aplicación correspondiente.