Viajar hoy no solo implica preparar valijas, revisar documentos y elegir destino; también supone atravesar un complejo entramado de regulaciones internacionales que cambian según el contexto político de cada país.

En los últimos años, distintos gobiernos comenzaron a implementar tarifas diferenciadas, impuestos ambientales y restricciones de ingreso que sorprendieron incluso a los viajeros más experimentados.

La tendencia, que mezcla decisiones diplomáticas con argumentos ecológicos , genera un nuevo debate sobre los límites entre soberanía y globalización.

Es oficial: el país que impone una tarifa de 10 000 dólares a quienes viajen con pasaporte de EE. UU.

En un movimiento que sorprendió a la comunidad internacional, Malí, país del oeste de Africa, anunció una de las tarifas más

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