El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha declarado que es "posible" que se realicen conversaciones con el mandatario venezolano Nicolás Maduro. Estas afirmaciones se produjeron en un intercambio informal con periodistas el 16 de noviembre, en medio de un contexto de tensiones por el despliegue militar estadounidense en el Caribe.

Trump mencionó que "Venezuela le gustaría dialogar" y, al ser cuestionado sobre el significado de esta afirmación, respondió: "¿Qué significa? Dime tú, yo no sé". Esta declaración se da justo después de que su administración designara al Cartel de los Soles como Organización Terrorista Extranjera (FTO), lo que permite a Estados Unidos tomar medidas contra activos vinculados a Maduro.

El mandatario también indicó: "Podríamos estar teniendo algunas conversaciones con Maduro, y veremos cómo resultan. Ellos quieren hablar". Esta apertura al diálogo se produce en un momento en que Estados Unidos ha intensificado su presencia militar en la región, con el portaaviones USS Gerald R. Ford liderando una operación que incluye cerca de 12,000 efectivos.

El secretario de Defensa, Pete Hegseth, ha calificado esta operación como "Southern Spear" o "Lanza del Sur", con el objetivo de proteger la seguridad nacional frente al narcoterrorismo. Desde septiembre, se han reportado al menos 21 ataques contra embarcaciones en el Caribe, lo que ha llevado a la administración a considerar este despliegue como una medida de presión hacia el gobierno venezolano.

La situación en Venezuela sigue siendo tensa, y las declaraciones de Trump sugieren un posible cambio en la estrategia estadounidense hacia el país sudamericano, aunque no se han proporcionado detalles concretos sobre el alcance de las conversaciones propuestas. La comunidad internacional observa de cerca estos desarrollos, en un contexto de creciente incertidumbre geopolítica.