Virginia Franco, una psiquiatra de 69 años, fue hallada muerta en su hogar en City Bell, La Plata, el pasado fin de semana. La autopsia reveló que la causa de su muerte fue un shock hipovolémico, resultado de un profundo corte en el cuello que le provocó una masiva pérdida de sangre. Los forenses también encontraron múltiples cortes en sus manos y antebrazos, lo que indica que intentó defenderse de su agresor.

El cuerpo de Franco fue descubierto el sábado por un amigo, quien se preocupó al no recibir respuesta a sus mensajes. Este hombre, identificado como Pablo B., un empresario de 47 años, fue demorado por la policía, pero posteriormente quedó en libertad. Aunque inicialmente se le consideró sospechoso, las autoridades han aclarado que no es un imputado en la causa. Según fuentes del caso, Pablo B. colaboró con la investigación, entregando sus teléfonos a los investigadores y proporcionando información sobre la psiquiatra, incluyendo las claves de sus cuentas bancarias.

La escena del crimen fue peritada y se encontró que la casa no había sido forzada. Solo faltaba el teléfono celular de la víctima, mientras que otros objetos de valor, como su computadora portátil y dos automóviles, permanecían en el lugar. La policía investiga si el ataque fue un intento de robo que se tornó violento o si la víctima conocía a su agresor. Los investigadores están revisando las grabaciones de cámaras de seguridad en la zona para reconstruir los eventos que llevaron a este trágico suceso.

El fiscal Álvaro Garganta, a cargo del caso, espera los resultados de las pericias de la computadora de Franco y de los teléfonos de Pablo B. A pesar de que algunos vecinos han expresado sus dudas sobre la relación entre Franco y Pablo B., afirmando que él manejaba sus cuentas y que no era bien visto en el barrio, las autoridades han confirmado que no hay pruebas suficientes para considerarlo un sospechoso en este momento. La investigación continúa en busca de nuevas pistas que puedan esclarecer este violento crimen.