La emisora pública británica BBC, que ha pedido disculpas públicas al presidente Trump y evitó por el momento ser víctima de una demanda de no menos de mil millones de dólares por difamación, ha vivido la semana más amarga en un año especialmente complicado donde se ha cuestionado en varias ocasiones su prestigio como cadena objetiva y fiable.

En esta aciaga semana, dos de sus principales directivos, el director ejecutivo Tim Davie y la jefa de informativos Deborah Turness , han presentado la dimisión y numerosas voces en la derecha mediática y política la han acusado de un sesgo ideológico izquierdista, manifestado particularmente contra el estado de Israel y la persona de Donald Trump. El presidente de EEUU dijo que la BBC seguía “un patrón de difamación” contra su persona. Solo horas

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