El sonido de los disparos retumbó la madrugada del 15 de octubre en Lima Norte , cuando cámaras de seguridad de un gimnasio en San Martín de Porres (SMP) registraron cómo dos sujetos, a bordo de una motocicleta, abrieron fuego contra la fachada del local, destrozando todos los vidrios del frontis antes de desaparecer entre las oscuras calles del distrito. Tras el ataque, el dueño —a quien desde el 2 de octubre le exigen S/40.000 para no atentar contra su vida ni la de su familia— comprendió que esta vez iba en serio.

En los dos últimos años había recibido tres mensajes con demandas de pagos para dejarlo trabajar, pero esta vez era diferente. Con el miedo todavía en el cuerpo, se dirigió a las 7:30 a.m. de aquel día a la Dirección de Investigación Criminal ( Dirincri ), convencido

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