Todos los intentos por desacreditar la marcha del pasado 15 de noviembre, parecen más una provocación que una reflexión sobre sus causas y desde luego sus consecuencias.

Imágenes de policías de la CDMX cebándose en manifestantes caídos, ninguno de ellos embozado o con la vestimenta típica de los miembros del llamado bloque negro, quitando teléfonos celulares como si con ello se borraran las miles de evidencias del uso excesivo de fuerza.

Fuerza que no se vio en la “marcha buena’’ del 2 de octubre, en la que saquearon joyerías y enviaron al hospital con lesiones graves a 100 policías.

La aplicación selectiva de la fuerza policial es una característica de las dictaduras, como se ha visto en la historia reciente de Latinoamérica.

Casi dos decenas de detenidos, acusados de delitos que van

See Full Page