A los 85 años ha fallecido en Jerez de la Frontera , rejoneador de estilo inconfundible, ganadero de Torrestrella y creador de una de las instituciones más emblemáticas de la cultura andaluza: la Real Escuela Andaluza del Arte Ecuestre. Su figura ha sido puente entre el arte antiguo del toreo a caballo y una visión moderna, internacional y profundamente andaluza del patrimonio ecuestre y taurino.

Hijo del legendario Álvaro Domecq y Díez, heredó no solo el apellido, sino la vocación. Montó a caballo con apenas un año, participó en acosos y derribos a los once y debutó como rejoneador en 1959, en Ronda. Recibió la alternativa un año después, en El Puerto de Santa María, de manos de su padre. Lo apadrinaron Dominguín, Puerta y . Una ceremonia que sellaba la continuidad de una estirpe fun

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