En Carabanchel , varios vecinos aseguran vivir una situación insostenible por el ruido constante de las pistas de pádel del colegio Salesianos. Denuncian que la actividad se mantiene pese a que el centro no tenía licencia para alquilarlas y que los golpes y gritos les impiden estudiar, descansar e incluso dormir.

Goyo lleva viviendo en su piso desde hace 54 años, cuando aún no existían las pistas de pádel. Ahora, sin embargo, tiene que convivir cada día con este ruido constante. " Es un ruido bárbaro que hacen . Unas voces enormes", nos cuenta.

En su misma situación de desesperación están otras 24 familias que tienen a unos 50 metros de sus casas las pistas de pádel y tenis del colegio Salesianos.

"Ya no es solo el pon, pon, pon. Son también las voces que dan ellos ", critica

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