CIUDAD DE MÉXICO (AP) — La presidenta Claudia Sheinbaum descartó el martes una posible intervención militar de Estados Unidos en el territorio mexicano para detener a narcotraficantes y ratificó que habrá colaboración en materia de seguridad con Washington, pero “sin subordinación”.

Así reaccionó Sheinbaum a las afirmaciones que realizó la víspera el presidente Donald Trump, quien se mostró dispuesto a lanzar un ataque a México para frenar el tráfico de drogas hacia Estados Unidos.

“Nosotros no aceptamos una intervención de ningún gobierno extranjero”, dijo la mandataria en su conferencia matutina al ser interrogada sobre los comentarios de Trump, quien volvió a criticar la actuación de su vecino y principal socio comercial para enfrentar a los poderosos cárteles mexicanos.

Sheinbaum recordó que en las diferentes oportunidades que ha conversado con Trump le ha ofrecido apoyo para combatir a los grupos delictivos en México, pero que ella siempre se ha negado a cualquier intervención. “Hay colaboración y coordinación, pero ni hay subordinación ni podemos permitir una intervención”, agregó.

“¿Querría ataques en México para detener las drogas? Por mí está bien, lo que sea necesario para detener las drogas”, expresó Trump en la Oficina Oval al reconocer que “estaría orgulloso” de hacer esas acciones porque “salvaríamos millones de vidas”.

En septiembre México y Estados Unidos acordaron estrechar la colaboración en materia de seguridad durante la visita del secretario de Estado, Marco Rubio, a la capital mexicana. En esa oportunidad se anunció la conformación de un “grupo de alto nivel” para dar seguimiento a la coordinación bilateral para el combate al narcotráfico, el tráfico ilegal de migrantes y armas y el robo de combustible.

Rubio se ha mostrado más conciliador frente a México y ha descartado una intervención militar estadounidense en el territorio mexicano. La embajada de Estados Unidos en México difundió el lunes en su cuenta de X un video en el que retomó unos comentarios del secretario de Estado en los que afirmó que “no vamos a tomar acción unilateral, ni entrar y enviar fuerzas estadounidenses a México”.

Los reclamos del gobernante estadounidense han dominado durante este año las relaciones entre México y Estados Unidos, que mantienen un intercambio comercial que se sitúa en torno a los 840.000 millones de dólares anuales.

En relación con el incidente que se suscitó el lunes tras la localización de seis letreros de Estados Unidos de restricciones de ingreso a una playa del estado mexicano de Tamaulipas, próxima a la frontera con Texas, Sheinbaum dijo que los avisos fueron colocados por una empresa contratada por el gobierno estadounidense, pero no ofreció detalles.

La Cancillería y la Secretaría de Marina de México informaron el lunes que los seis letreros de advertencia, escritos en inglés y español, fueron retirados como medida preventiva de la Playa Bagdad, ubicada en el municipio Matamoros del estado de Tamaulipas. La instalación de los avisos generó “dudas respecto a su procedencia y su ubicación en el territorio nacional”, señaló el gobierno mexicano en un comunicado.

La mandataria explicó que la confusión sobre la delimitación de la frontera entre los dos países en la playa Bagdad surgió por el cambio del cauce del Río Bravo tras la acumulación de sedimentos y agregó que de acuerdo con el tratado bilateral “tiene que delimitarse claramente cuál es el límite territorial”.

La AP solicitó a la embajada de Estados Unidos en México una reacción sobre el incidente, pero no hubo comentarios de momento.

Los históricos lazos entre los dos vecinos se han tensado ante los aranceles que impuso Trump a sectores clave como la industria automotriz y la producción de acero, aluminio y cobre.

A finales de octubre Sheinbaum y Trump acordaron mantener por unas semanas más las negociaciones en materia comercial mientras sigue vigente la tarifa del 25% para los productos mexicanos no cubiertos por el tratado comercial entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).

En los últimos meses Washington impuso un arancel de 50% al acero, el aluminio y el cobre, de 25% a los camiones de carga, y una tarifa de 17% al tomate mexicano.