El presidente sostiene que actuó con "contundencia" y que es el "momento de la justicia". En el Gobierno tratan de encapsular los casos de corrupción en las figuras de Cerdán, Ábalos y Koldo ante la acusación de amaño de contratos públicos en el Ministerio de Transportes

La UCO sitúa a Cerdán en reuniones con Acciona “como enlace de Transportes” para el presunto amaño de obras

Pedro Sánchez es consciente de que la corrupción de los que fueron sus hombres fuertes en el PSOE, José Luis Ábalos y Santos Cerdán, le perseguirá lo que queda de legislatura y se esfuerza por intentar espantar el fantasma de un Gobierno corrupto con el convencimiento (o la esperanza) de que no haya nadie más implicado. Esa ha sido la receta de Moncloa este martes ante las nuevas revelaciones de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil sobre Cerdán, a quien sitúa como “enlace” del Ministerio de Transportes con Acciona para el amaño de contratos.

En Moncloa supone un mal trago cada una de esas revelaciones y reconocen impotencia al no poder decir nada nuevo más allá de que los implicados ya fueron apartados. “El Gobierno de España y la organización que lidero, desde el primer minuto que se conocieron estas informaciones, hemos colaborado con la Justicia y actuado con contundencia”, respondió Sánchez este martes en una rueda de prensa junto al presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, que escuchaba atentamente la interpretación de las preguntas sobre la corrupción tras alabar al Gobierno por la ayuda que presta a su país.

“Es el tiempo de la justicia”, contestó Sánchez a la pregunta de cómo nadie pudo darse cuenta de lo que estaba pasando, a pesar de que la UCO dibuja un sistema de amaños de contratos que tenían en la sede del PSOE y del Ministerio de Transportes el epicentro. Los agentes sospechan que la empresa Servinabar, de la que Cerdán tenía el 46%, recibía el 2% neto de las adjudicaciones conseguidas por Acciona.

En el equipo de Sánchez reiteran que el presidente ha hecho todo lo que estaba en su mano tras reconocer que fue un error confiar en Cerdán. “Sabíamos que era muy grave. Por eso salió el presidente a las 17 horas a comparecer, le expulsó y le pidió el acta de diputado”, señalan fuentes gubernamentales sobre el primer informe de la UCO que apuntó a Cerdán en el mes de junio, apenas dos semanas antes de su ingreso en prisión. “Más de lo que hicimos, no podemos hacer; más vergüenza de la que sentimos, no podemos sentir”, apostillan esas fuentes.

Otros miembros del Gobierno reiteraron este martes a elDiario.es una frase que ya han dicho en público: el que la haya hecho, que la pague. Pero también mostraron su desazón porque, en caso de que se confirmen las suposiciones de la UCO, “se ha puesto en jaque a todo el partido y al proyecto político por cuatro duros”. En el Gobierno no terminan de entender cómo Cerdán y antes Ábalos se corrompieron por “unos putiferios” o “unos regalos” y “una tarjeta de El Corte Inglés”.

Gobierno y PP pasaron además de puntillas en el Pleno del Senado tanto por el nuevo informe de la UCO sobre Cerdán como la detención del presidente de la Diputación de Almería y otros altos cargos del PP en la provincia en un caso de corrupción relacionado con la compra de mascarillas durante la pandemia. La portavoz de la oposición, Alicia García, solo mencionó al exsecretario general socialista para criticar que fuera el intermediario con Carles Puigdemont.

“Este no es un Gobierno corrupto”

El ministro de Justicia, Félix Bolaños, apenas habló de Almería en su réplica salvo para decir que le “repugna la corrupción” y pedir al PP que no generalice: “Ustedes generalizan y tratan de enfangar a las personas honestas y honradas que militamos en el PSOE, y nosotros no hacemos eso”.

Cuatro horas después de que se conociera el informe de la UCO, y pasado el grueso de la sesión de control del Senado, Génova reiteró su ya habitual petición de dimisión del presidente a través de un comunicado: “Los dos máximos colaboradores de Sánchez cobraban comisiones ilegales por adjudicaciones de obras públicas del Gobierno de España. Además, ha acreditado que el PNV, tras apoyar la moción de censura de 2018, exigió nombramientos en puestos clave del Ejecutivo que daba esas adjudicaciones a cambio de mantener el apoyo parlamentario al recién investido presidente”, apunta el PP, un extremo desmentido por el PNV. “La única salida que tiene Sánchez para acabar con esta agonía es colaborar de verdad con la justicia y presentar de forma inmediata su dimisión”, zanja el comunicado.

Los socios advierten a Sánchez de que el apoyo se mantiene siempre que no se constate que la corrupción llegó al PSOE en forma de financiación ilegal o que era sistémica. De ahí que el Gobierno se esfuerce por encapsular los casos en las figuras de Cerdán, Ábalos y Koldo García. ¿Estáis seguros de que no va a haber más personas implicadas? Es la pregunta que se formulaba en Moncloa este martes. “Sí, tenemos que estarlo. Este no es un Gobierno corrupto”, era la respuesta.

El fantasma de Leire Díez

Y es que en el Gobierno tienen más fantasmas que espantar, como el de Leire Díez, la exmilitante del PSOE que se presentaba en reuniones con fiscales para buscar “irregularidades en gestiones, en informes policiales, irregularidades en facciones, en algunos miembros de la Fiscalía Anticorrupción” presentándose como la “mano derecha” de Cerdán y que participó en una reunión en Ferraz con empresarios, entre ellos Javier Pérez Dolset, a la que asistió Antonio Hernando, entonces miembro del gabinete de Sánchez.

Esa revelación escala la relevancia del encuentro que hasta ahora en Moncloa habían enmarcado en el seno del partido. Sin embargo, fuentes gubernamentales minimizan la presencia del hoy secretario de Estado de Telecomunicaciones e Infraestructuras Digitales y la justifican en que era la persona del partido que estaba al tanto de las cuestiones relacionadas con el 'caso Villarejo' porque estalló mientras era portavoz del PSOE en el Congreso.

La reunión se produjo en los días que Sánchez se tomó como periodo de reflexión tras la imputación de su mujer, Begoña Gómez. “En ese marco hay una persona o un grupo que se acercan al PSOE a decir: 'Eso que denunciáis [la campaña de acoso al presidente y su familia], nosotros lo conocemos y tenemos pruebas'. La información que aportaron, el partido la puso en conocimiento de la Fiscalía”, explican en Moncloa. “Sencillamente, no”, ha sido la respuesta de Sánchez a la pregunta de si conocía esa reunión y si le reportaron información al respecto.