La primera ministra de Trinidad y Tobago, Kamla Persad-Bissessar, aseguró con firmeza que su país «no será utilizado por Estados Unidos para lanzar ataques contra el pueblo venezolano». Sin embargo, sus palabras contrastan con las acciones de su gobierno, que ha permitido la presencia militar estadounidense en el Caribe y ha firmado acuerdos que comprometen la soberanía nacional.

Persad-Bissessar respondió ayer a las críticas del ex primer ministro Dr. Keith Rowley, quien cuestionó la manera en que su administración gestiona la posición del país en medio de las tensiones entre Washington y Caracas. En una rueda de prensa en su residencia de Glencoe, Rowley expresó preocupación por la aparente falta de coherencia en la política exterior del gobierno.

El ministro interino de Asuntos Exteri

See Full Page