Para quienes adoptan nuevas tecnologías y buscan la próxima gran novedad, la «IA agente» es el futuro. Al menos, eso es lo que dicen las campañas de marketing y las camisetas de la industria tecnológica.
Lo que hace que un producto de inteligencia artificial sea «agente» depende de quién lo venda. Pero la promesa suele ser que supone un paso más allá de los chatbots de IA generativa actuales.
Los chatbots, por muy útiles que sean, se limitan a hablar y no a actuar. Pueden responder preguntas, recuperar y resumir información, redactar documentos y generar imágenes, música, vídeo y líneas de código. Los agentes de IA, en cambio, están diseñados para actuar en nombre de una persona.
Pero si estás confundido, no estás solo. Las búsquedas en Google de «agentic» se han disparado desde práctic

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