Vivir en un conjunto residencial para muchas personas no resulta del todo fácil por las normas de convivencia que en ellos se deben cumplir. De ahí que mantener una sana convivencia en estos espacios habitacionales se convierta en un verdadero reto.

Para regular estos comportamientos está la Ley 675 del 2001, también conocida como ley de propiedad horizontal, que puede ser aplicada a quienes hacen caso omiso al reglamento interno de las unidades residenciales y generan conflictos entre los vecinos.

De hecho, uno de los inconvenientes más recurrentes es el daño a a inmuebles ajenos, ya sea viviendas o vehículos que se encuentran estacionados en los parqueaderos de la copropiedad, ocasionados por parte de propietarios e inquilinos.

Si el responsable de dicho daño no es identificado y el a

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