El presidente del Congreso, Fernando Rospigliosi, ha generado controversia al burlarse de las cartas notariales enviadas por la suspendida fiscal de la Nación, Delia Espinoza, y Zaira Arias, excandidata al Parlamento por Perú Libre. Ambas lo acusan de difamación y de afectar su honor a través de sus declaraciones en redes sociales y medios de comunicación. La situación se enmarca en una serie de enfrentamientos verbales que han caracterizado el clima político en el país en las últimas semanas. Rospigliosi, en un mensaje publicado en su cuenta de X (anteriormente Twitter), sugirió un debate televisivo entre las denunciantes, minimizando así el impacto de las advertencias legales en su contra. "¡Socorro! Después de Delia Espinoza, ahora Zaira Arias me amenaza con una demanda. Muy respetuosamente, les sugiero una amena conversación entre ambas damas. Podría ser en un canal de TV de alcance nacional. Estoy seguro que tendría un rating espectacular. Solo es una modesta propuesta. De nada", escribió. Las cartas notariales de Zaira Arias hacen referencia a declaraciones de Rospigliosi en las que la involucró en presuntos actos de "chantaje" y "violencia" relacionados con su reclamo para ocupar el escaño de Guillermo Bermejo, condenado a 15 años por afiliación al terrorismo. Arias argumenta que su solicitud de vacancia se ajusta al reglamento del Congreso y pide a Rospigliosi que aclare si considera su petición como un acto ilegal o de presión indebida. Por su parte, Delia Espinoza, a través de su abogado Julio Huerta, cuestiona las afirmaciones de Rospigliosi, quien la tildó de "pro terrorista" y la acusó de fusionar fiscalías de derechos humanos y antiterrorismo "para proteger al terrorismo". Estas declaraciones fueron compartidas en publicaciones del 17 de julio, 18 de septiembre y 20 de septiembre de 2025. Espinoza sostiene que las afirmaciones de Rospigliosi le atribuyen vínculos infundados con organizaciones terroristas y la acusan de persecución contra las fuerzas armadas y policiales. Ambas partes han solicitado una rectificación pública en los mismos medios y con la misma difusión que las declaraciones objetadas. Espinoza advirtió que, de no hacerlo, iniciará acciones legales para restablecer sus derechos vulnerados. Lejos de ceder, Rospigliosi ha intensificado su postura, considerándose un blanco de ataques y amenazas por criticar a actores políticos y judiciales. "Delia Espinoza amenaza con querellarme. La ex fiscal gatillo fácil, que ha disparado acusaciones a medio mundo, no descansa persiguiendo a quienes la critican. Usó el enorme poder que tenía política y prevaricadoramente. Y ahora pretende regresar para seguir haciendo lo mismo. Basta ya! La JNJ debe hacerse respetar y no permitir que siga destruyendo lo que queda de la fiscalía!", expresó en otra publicación reciente, elevando el tono de su respuesta hacia la funcionaria y la Junta Nacional de Justicia (JNJ). La situación continúa desarrollándose, y se espera que las partes involucradas tomen acciones adicionales en el futuro cercano.