La preocupación por la seguridad en Miramar escaló este miércoles cuando un grupo numeroso de vecinos ingresó al recinto del Honorable Concejo Deliberante (HCD) durante una sesión ordinaria. La movilización surgió después de que un hombre de 90 años fuera brutalmente golpeado en su domicilio, un hecho que reavivó el malestar ante la creciente ola delictiva en la ciudad.

Antes de llegar al HCD, los vecinos realizaron un importante cacerolazo y se autoconvocaron en la puerta del edificio municipal, exigiendo respuestas urgentes de las autoridades locales.

La protesta alcanzó su punto máximo cuando una multitud ingresó al salón donde se desarrollaba la sesión legislativa. El clima se volvió tenso y los concejales decidieron suspender el encuentro para evitar mayores incidentes.

E

See Full Page