PORTLAND – La administración Trump asesta un nuevo golpe a los inmigrantes que solicitan beneficios claves para vivir en EEUU, como la residencia permanente o green card.

El presidente decidió retomar una controvertida política que amplía los criterios del Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (USCIS) para rechazar las peticiones de ajustes de estatus por parte de extranjeros.

La política endurecida sobre la residencia permanente había sido aplicada durante el primer mandato de Trump, pero el gobierno de Biden cambió las reglas.

Golpe a los solicitantes de visas y green card

El gobierno de Trump propuso ampliar nuevamente a los funcionarios de inmigración los criterios para denegar la residencia permanente a extranjeros que consideren puedan resultar una carga pública

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