La plaza de todos

Javier Aparicio

La descalificación y los ataques ad hominem son una de las herramientas argumentativas más frecuentemente utilizadas por el gobierno en turno. Eran quizá la principal arma de López Obrador durante sus conferencias matutinas, y cada vez son más recurrentes en las conferencias de la presidenta Sheinbaum. Aunque pueden ser persuasivos ante cierto público, los ataques ad hominem son una falacia lógica: en vez de refutar un argumento o responder algún cuestionamiento, se ataca o descalifica a la persona ya sea por su identidad, afiliación o sus presuntos intereses.

Otras estrategias retóricas desplegadas en la comunicación política del oficialismo son negar los hechos —los famosos otros datos —, minimizar los problemas y eludir a toda costa las respons

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