La concentración naval estadounidense frente a las costas venezolanas da cuenta de una política que va más allá del combate al narcotráfico. Es evidente que esas armas insinúan una operación militar que tiene propósitos estratégicos. Tres escenarios para las políticas exteriores de la región podrían conjeturarse ante la incertidumbre que genera la opacidad de Washington.

El primero de ellos es que se produce un ataque militar de proporciones. Una invasión terrestre está descartada por el tipo de equipo y número de tropas movilizados. Frente a ello es muy difícil una reacción unitaria latinoamericana. Incluso los países limítrofes de Venezuela tendrían respuestas diferentes. Brasil y Colombia rechazarían la operación, pero sin capacidad alguna de sancionar a EE. UU. o de defender al Gobier

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