Congresistas estadounidenses solicitaron este miércoles un cambio en la estrategia de su país para enfrentar la supremacía de China sobre la producción y comercialización de tierras raras, alegando que el país asiático ostenta una ventaja que será difícil de contrarrestar. Así, sostuvieron que Washington debe combinar el aumento de la producción local con el desarrollo de tecnologías alternativas.

" Estamos persiguiendo quimeras . No creo que jamás lleguemos al punto en el que podamos competir con los chinos en el tema de las tierras raras, de verdad que no. [...] Creo que  los chinos están tan adelantados que nos es imposible alcanzarlos ", valoró Carlos Giménez, legislador republicano del estado de Florida ante el Comité Selecto de la Cámara de Representantes sobre China.

"Creo que, si lo intentamos, tomarán medidas para asegurarse de que fracasemos, nos impondrán un embargo o lo que sea. Y entonces nos rendiremos y se acabó", sostuvo Giménez, que, además, defendió la necesidad de invertir en tecnologías alternativas.

Un nuevo Proyecto Manhattan

Raja Krishnamoorthi, del Partido Demócrata, secundó esta opinión y agregó que para romper la subordinación de su país a las tierras raras chinas, imperaba emprender un esfuerzo tan ambicioso como el que en su día representó el Proyecto Manhattan , que le permitió a EE.UU. construir las primeras armas atómicas.

Entretanto, el secretario del Tesoro de EE.UU., Scott Bessent, aseguró a inicios de esta semana que aspiraba a que el acuerdo sobre tierras raras con Pekín se concrete antes de las fiestas de Acción de Gracias, que este año se celebrarán el 27 de noviembre.

China posee la mayor reserva de tierras raras del mundo y también es el mayor productor. Estos metales se consideran estratégicos, porque son esenciales para la fabricación de vehículos eléctricos, aparatos electrónicos y componentes de los sistemas más avanzados de defensa.