Ghislaine Maxwell, expareja y cómplice del fallecido financiero y depredador sexual Jeffrey Epstein, recibía un trato privilegiado en prisión, reveló una enfermera de la cárcel de mínima seguridad de Bryan (Texas, EE.UU.), quien fue despedida después de presentarse ante el Comité Judicial de la Cámara de Representantes con detalles de la vida de Maxwell tras las rejas.

La enfermera Noella Turnage afirmó que Maxwell era  atendida "como en casa", tenía comidas personalizadas  que le entregaban directamente en su celda, acceso especial a zonas recreativas , un área privada para visitas  e incluso podía jugar con un cachorro en su celda, privilegios que no se conceden al resto de reclusas. También dijo que podía ducharse fuera del horario habitual y que otras internas habían sido amenazadas con represalias si hablaban de Maxwell con los medios de comunicación.

La cómplice de Epstein, de 63 años, fue trasladada a la prisión de mínima seguridad en agosto, días después de haberse reunido con el fiscal general adjunto, Todd Blanche, para ofrecer detalles de los crímenes cometidos con su expareja.

Turnage, quien inicialmente permaneció en el anonimato, aseguró estar indignada por la desigualdad en el trato del que disfruta Maxwell , a pesar de que normalmente a los delincuentes sexuales se les prohíbe ser trasladados a un centro de mínima seguridad. En ese sentido, declaró a NBC News que su denuncia "se basaba en la decencia humana común y en hacer lo correcto para todos los reclusos". 

Sin embargo, fue despedida el 10 de noviembre , un día después de que el principal demócrata del Comité Judicial de la Cámara de Representantes, Jamie Raskin, enviara una carta a la Casa Blanca exponiendo las acusaciones de Turnage.

Además, Raskin señaló que el comité había recibido los correos electrónicos que Maxwell envió durante sus primeros meses en Bryan, en los que la traficante sexual convicta afirmaba que era "mucho más feliz" y se sentía más segura que cuando estaba en la instalación de baja seguridad en Tallahassee, Florida.

La defensa de Maxwell sostiene que el despido de Turnage se debe al acceso indebido   y no autorizado al sistema de correos electrónicos de los reos. Mientras que los demócratas del comité consideran que se trata de represalias ilegales contra una denunciante.

"La Oficina Federal de Prisiones de Trump parece haber despedido injustamente a una persona por denunciar ante el Congreso el trato preferencial y abusivo que recibía Ghislaine Maxwell, condenada por tráfico sexual de menores", manifestó una portavoz del Comité Judicial.

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