La relevancia del G20,  basado en el principio de coordinación ,  se diluye en un mundo cada vez más fragmentado, opina el periodista ruso y editor jefe de la revista Russia in Global Affairs (Rusia en los Asuntos Globales, en español) Fiódor Lukiánov en su artículo para Rosíiskaya Gazeta.

El foro fue creado a finales del siglo pasado, cuando reinaba el sistema de "globalización liberal", que Occidente buscaba fortalecer atrayendo a los actores "no occidentales", señala el autor.

En la actualidad, ese "modelo de relaciones ha llegado a su fin" con la renuencia de Occidente a "buscar soluciones comunes y coordinadas con los demás", sostiene.

En este contexto, destaca el enfoque individualista del presidente de EE.UU. , Donald Trump, que se adhiere al principio de "cero discusiones colectivas y consensos, solo uno a uno". 

Otros países occidentales "se repliegan" en su "clásico" G7, mientras el mundo no occidental crea bloques paralelos como  los BRICS, escribe Lukiánov.

Frente a este panorama, "es irrealista" que los países miembros del G20 "lleguen a un consenso" , sentencia.

Esa división se evidencia con el boicot  de EE.UU. y las ausencias por distintos motivos de los presidentes de Rusia, Vladímir Putin; y China, Xi Jinping; en la cumbre del G20 que se celebrará este fin de semana en Sudáfrica, concluye el periodista.