La más reciente idea del presidente Donald Trump —entregar cheques de $2,000 a los estadounidenses financiados con ingresos arancelarios— no ha encontrado apoyo entre los senadores republicanos, quienes consideran que la medida requiere autorización del Congreso y que esos fondos deberían destinarse, más bien, a reducir el déficit federal.

Pese a la afinidad política entre Trump y varios miembros de la bancada republicana, la propuesta ha sido recibida con frialdad tanto por el liderazgo como por los senadores más alineados con el expresidente.

“Creo que sería bueno usar los ingresos arancelarios para pagar la deuda y el déficit”, expresó el líder de la mayoría en el Senado, John Thune (R–S.D.), al señalar que los recursos provenientes de los aranceles ya se consideran “sustanciales

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