El bosque de Cantabria que guarda su memoria histórica entre árboles monumentales y hadas
Considerado uno de los robledales mejor conservados de la cornisa cantábrica, el Robledal de Ucieda , en el corazón de Cantabria, es un santuario de biodiversidad y memoria viva del pasado. Este bosque de más de 3.600 hectáreas se despliega en el entorno del Parque Natural de Saja-Besaya , el más extenso de la región, entre las cuencas de los ríos Saja y Besaya.
Entre la naturaleza y la historia
Desde el área recreativa de la Casa del Monte , tras cruzar el pueblo de Ucieda , parten varias rutas que atraviesan el bosque. En este espacio se entremezclan robles centenarios (cajigas) , hayas , castaños , abedules , acebos , majuelos y alisos , configurando un paisaje espectacular, especialmente en otoño.
Uno de los tesoros del bosque es el Roble Tumbao , un ejemplar singular caído hace más de un siglo que sobrevivió haciendo crecer sus ramas verticales en busca de luz. Este roble forma parte del catálogo de Árboles Singulares del Gobierno de Cantabria.
Un ecosistema con pasado humano
El valle que acoge este robledal fue poblado desde la Edad Media. Durante siglos, los habitantes del Valle de Cabuérniga aprovecharon de forma sostenible los recursos del monte para construir viviendas, elaborar utensilios de labranza o alimentar ferrerías con carbón vegetal. La actividad artesanal de ebanistería , conocida como Garaúja , fue una de las más destacadas.
El propio pueblo de Ucieda conserva un valioso patrimonio arquitectónico: casas blasonadas , el Palacio de Quirós o el de Escagedo , de los siglos XVII y XVIII. En la cercana Fuentona de Ruente , la leyenda dice que habita una anjana , el hada cántabra que protege a los buenos y a los enamorados.
Senderos y leyendas
Entre las rutas más populares del Robledal de Ucieda están:
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Ruta de los Puentes : senda circular que recorre el curso del río Bayones y sus afluentes, cruzando encantadores puentes de madera.
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Ruta de Hayacorva : itinerario de escasa pendiente ideal para paseos tranquilos y vistas amplias.
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Senda de los Árboles Singulares : para descubrir algunos de los ejemplares más longevos y majestuosos del bosque.
Cada primer domingo de septiembre se celebra la Fiesta del Cocido Montañés , reuniendo a vecinos y visitantes en una jornada que mezcla gastronomía, tradición y paisaje.
Este bosque es mucho más que un lugar de paseo: es un relato natural y humano esculpido en madera, musgo y memoria. Una visita al Robledal de Ucieda es una forma de entender cómo Cantabria ha sabido conservar su riqueza ecológica sin renunciar a su identidad cultural .

ALERTA El Diario de Cantabria
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