La administración del presidente Donald Trump dijo el jueves que planea abrir millones de kilómetros cuadrados de las aguas costeras de Estados Unidos a la perforación de petróleo y gas, un paso que podría dar pie a una expansión masiva de la extracción de combustibles fósiles.

La movida ocurre cuando Washington parece cada vez más alejado de la sintonía con buena parte del mundo desarrollado, donde crece el consenso sobre la realidad del cambio climático causado por el hombre.

Bajo el plan anunciado por el Departamento del Interior estadounidense, se ofrecerán 34 licitaciones que permitirán trabajos de exploración en 500 millones de hectáreas, un área equivalente a la Amazonía

La propuesta incluye zonas marítimas frente a la costa norte de Alaska que nunca han sido perforadas, así como

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