LA HABANA (AP) — Una experta en derechos humanos de la ONU instó el viernes a Estados Unidos a levantar las sanciones que le impuso a Cuba, diciendo que afectan a toda la población de la isla, impactando sectores como la atención médica, la nutrición y la educación.

Alena Douhan, relatora especial del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas, indicó que esta era su segunda visita a Cuba —la primera fue en 2023—, y que ha observado un mayor deterioro en todos los sectores debido a las medidas más estrictas impuestas por Washington.

"Para las comunidades de bajos ingresos, la inflación más elevada, así como la escasez de recursos, hacen que sea muy difícil incluso obtener una nutrición adecuada", expresó, instando a Estados Unidos a dejar de usar sanciones y "restricciones de máxima presión".

A finales de octubre, la Asamblea General de la ONU votó abrumadoramente en favor de condenar el embargo económico de Washington a Cuba por 33er año.

Desde 2020, Cuba enfrenta una crisis económica y energética. Su producto interno bruto se ha contraído, y sus 10 millones de residentes han soportado apagones, escasez de alimentos e inflación. Los funcionarios cubanos han culpado del deterioro económico a los cierres por el COVID-19, las sanciones más estrictas por parte de Estados Unidos y otros factores.

"Al hablar de los niños como un grupo muy vulnerable, el hecho de que esos chicos no estén recibiendo comidas suficientes significa que los programas educativos y culturales, así como la participación en cualquier actividad de desarrollo infantil, se reducen sustancialmente" porque no hay recursos para hacerlo, señaló.

Douhan denunció que los cubanos están siendo afectados por una escasez de medicinas.

"Según lo reflejé en mi informe, el 69% de los medicamentos necesarios para la población en Cuba no están disponibles, y por ello estamos observando el aumento de la tasa de mortalidad", manifestó.

El embargo fue impuesto en 1960, luego de que Fidel Castro encabezara una revolución que derrocó al dictador Fulgencio Batista y nacionalizara propiedades pertenecientes a ciudadanos y corporaciones estadounidenses.

En 2016, el presidente cubano Raúl Castro y el mandatario estadounidense Barack Obama restablecieron oficialmente las relaciones bilaterales. Ese año, Estados Unidos se abstuvo, por primera vez, en la resolución de la Asamblea General que pedía el fin del embargo.

El sucesor de Obama, Donald Trump, criticó duramente el historial de Cuba en el respeto a los derechos humanos. Washington volvió a votar en contra de la resolución en 2017, y desde entonces.

Las sanciones aumentaron significativamente durante el primer mandato de Trump, continuaron bajo su sucesor, el presidente Joe Biden, y se endurecieron nuevamente después de que Trump regresara al cargo este año.

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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.