ESCUINAPA._ Yareli pasó la noche entre maleza, cerca del panteón de Teacapán, mientras familia, vecinos y autoridades la buscaban.

La advertencia de sus ‘secuestradores’ era clara, no podía salir del lugar aunque escuchara su nombre, una motocicleta o un carro, estos últimos se trataba de ellos y la estaban vigilando, le hicieron creer.

En casa su mamá ‘Ady’ sabía que se trataba de una extorsión o secuestro virtual, pero lo dudaba cuando escuchaba su ‘voz’ llorando o le llegaba una fotografía con sus ojos tapados como muestra de que estaba con ellos, a eso sumaban la solicitud de 50 mil pesos para liberarla.

“Cuando la vi todavía estaba hablando con ellos (extorsionadores) estaba con pánico y me decía ‘vete, te van a matar, vete’, y fue y se metió a una casa, detrás del panteón, en un m

See Full Page