La extrema derecha ha ensalzado la dictadura en el Congreso, ha derogado las leyes autonómicas de memoria donde ha tenido capacidad y cree que Sánchez es peor que Franco
España cumple medio siglo sin Franco en plena ofensiva ultra que lo reivindica
50 años después de la muerte de Franco, en los escaños del Congreso de los Diputados todavía se oyen discursos que minimizan o incluso ensalzan la dictadura que cercenó las libertades en España durante cuatro décadas. La llegada de Vox a la primera línea política supuso un punto de inflexión desde la vuelta de la democracia y con la extrema derecha en auge cada vez son más frecuentes discursos políticos conniventes con aquel periodo.
Vox surgió como partido en 2014 a partir de un grupo de desencantados del PP, que exigían una línea mucho más dura. Con el paso de los años, la persona que fue tomando el control de su dirección fue Jorge Buxadé, con pasado en la formación que ahora dirige Alberto Núñez Feijóo pero también en la Falange, el partido que constituyó durante toda la dictadura la columna vertebral de la ideología de Franco. Una militancia, por cierto, de la que no se arrepiente, tal y como aseguró en 2019 en una entrevista en El Mundo: “Políticamente de lo que me arrepiento es haber sido militante del PP desde 2004 hasta 2014 (...) De lo que hice de joven, ilusionado y con convicciones patrióticas, pues no”, argumentó.
Dentro de la cierta heterogeneidad ideológica de la ultraderecha en España, Buxadé se alinea con los principios del nacionalcatolicismo mucho más que con la destrucción del Estado que pregonan algunos neoliberales inspirados en el presidente argentino, Javier Milei. Suele acudir al Valle de los Caídos para hacer apología del franquismo en vídeos que cuelga en sus redes sociales.
El pasado 30 de marzo, sin ir más lejos, el jefe de la delegación de Vox en el Parlamento Europeo animó a todos los españoles “de a pie” a “defender el Valle”, un espacio, dijo, “de paz, de reconciliación y de unidad”. “Es defender nuestro patrimonio, es como si alguien se plantease resignificar el Museo del Prado”, dijo sobre los planes del Gobierno para reconvertir ese mausoleo franquista en un lugar de memoria.
Posicionamientos similares se repiten entre las filas del partido. En 2024, Ignacio Garriga ganó poder como único vicepresidente del partido. Él es, de hecho, el escogido para negociar con el PP el relevo de Mazón en Comunitat Valenciana como secretario general de la formación. Garriga tenía por costumbre escribir en Twitter, ahora X, por el aniversario del golpe de Estado del 18 de julio contra la Segunda República. En 2016, agradeció a sus abuelos “que en un día como hoy se lanzaron a defender nuestros principios” y justificó que celebraba no el golpe sino “la lucha por la fe cristiana”, la defensa “de la familia” y “la justicia social”. El año siguiente, escribió: “Vaya por delante mi condena a las muertes ocasionadas por ambos bandos; pero celebro que valientes nos libraran del yugo comunista”. En 2018, puso un extracto de la proclama del alzamiento y dijo que estaba “muy vigente”.
La dictadura no fue “oscura” y Sánchez es peor que Franco
Cinco décadas después de la muerte de Franco se ha tenido que retirar un discurso del Congreso por hacer apología de la dictadura. Ocurrió en noviembre de 2024 durante un debate parlamentario que, en realidad, estaba relacionado con RTVE. El diputado de Vox por Toledo Manuel Mariscal realizó un discurso en el que defendía, sin citarla, a la dictadura: “Gracias a las redes muchos jóvenes están descubriendo que la etapa posterior a la Guerra Civil no fue una etapa oscura como nos vende este Gobierno, sino de reconstrucción, de progreso y de reconciliación para lograr la unidad nacional. Quieren ustedes a RTVE en un intento a la desesperada de ocultar estas verdades”, espetó. La presidenta del Congreso pidió disculpas y retiró las palabras del Diario de Sesiones por ser “inaceptables”.
En el Congreso también se ha podido escuchar que un gobierno democrático de coalición con PSOE y Podemos es peor que una dictadura. Es lo que sostuvo el máximo dirigente de Vox, Santiago Abascal, el 10 de septiembre de 2020 ante el aplauso entusiasmado de sus correligionarios: “Este Gobierno es el peor de los últimos 80 años”. Sánchez le dio la oportunidad en su réplica de decir que había sido un lapsus pero, por si cabía alguna duda, Abascal replicó desde las redes sociales: “Ni lapsus ni leches”.
“El peor gobierno en 80 años. Formado por el socialismo corrupto y el comunismo totalitario, aupados por el golpismo separatista y el terrorismo”, insistió. En otra entrevista posterior también acusó a Podemos y el entonces vicepresidente Pablo Iglesias de querer “convertir a España en un régimen totalitario” y, a la pregunta de si consideraba que “con Franco se vivía mejor que ahora”, respondió que “con el PSOE se vive muy mal, nos lleva a la ruina”.
Siguiendo la estela de su jefe, una de las caras visibles de Vox más jóvenes, José María Figaredo, ha dicho que el actual es “el peor Gobierno de la historia”. El día que se cumplían 50 años de la muerte de Franco, Figaredo evitó condenar la dictadura en una entrevista bajo el pretexto de no decirle a los españoles “cómo tienen que pensar”. Con el argumentario habitual de los ultras, defendió que el franquismo es un 'comodín' al que recurre la izquierda como una suerte de cortina de humo para no hablar de otros asuntos: “No sé qué harían sin Franco, todo el día es Franco, Franco, no paran de repetirlo, están obsesionados con ello”.
El borrado de las leyes de memoria junto al PP
Vox ha encontrado el apoyo del PP en su intento de borrar las leyes de memoria. Las derechas votaron juntas en contra de la Ley de Memoria Democrática y se han alineado para derogar las legislaciones autonómicas en aquellos lugares donde suman mayoría. La desmemoria ya se ha consumado en Aragón, la Comunidad Valenciana, Extremadura y Cantabria, y avanza imparable en Balears con un acuerdo para tumbar la ley autonómica a cambio de contar con el apoyo de Vox para sacar adelante los presupuestos.
En el debate de la Ley de Memoria Democrática que tuvo lugar en julio de 2022, el entonces parlamentario de Vox Francisco José Contreras Peláez —ahora ya fuera del Congreso— definió la ley como “totalitaria” por dividir a los españoles “en buenos y malos” y “suprimir la diversidad natural de opiniones sobre cuestiones históricas”. En otro momento igualó, como es habitual en la extrema derecha, al bando fascista y el republicano al reivindicar que Vox “apoyará cualesquiera iniciativas de reconocimiento a los caídos de ambos bandos, que murieron persiguiendo lo que ellos consideraban una España mejor”, además de acusar al Gobierno de “batasunizar” la memoria por aprobarla con el apoyo de EH Bildu. La ley, en cualquier caso, sí incluye a todas las víctimas desde el golpe de Estado de 1936 hasta la entrada en vigor de la Constitución española de 1978.
Durante ese debate, la diputada de EH Bildu mandó un mensaje a la ultraderecha: “Lo que les molesta es comprobar que ellos, los vencedores, no van a poder borrar ni la memoria ni la dignidad de las víctimas que la guerra y la dictadura provocaron. Lo que les molesta es que la verdad y la justicia vayan a llegar a muchas de las víctimas de una dictadura que anhelan”.

ElDiario.es Politica

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