Este Búho observa con preocupación la demencial arremetida de la delincuencia en nuestro país en las últimas semanas. No solo siguen baleando a choferes de buses, sino que les queman sus vehículos hasta dejarlos en cenizas. Se burlan de los estados de emergencia y por eso, incluso, en San Juan de Lurigancho detonaron una bomba en una casa que sería propiedad de empresarios textiles. La onda expansiva también causó daños en las viviendas cercanas y llenó de terror a los vecinos que ya no pueden dormir tranquilos.

Estos brutales atentados de extorsionadores y otras lacras no nos dejan vivir en paz. El presidente José Jerí tiene alta aprobación, pero cuidado porque si las medidas que viene tomando no tienen efecto positivo en un tiempo relativamente corto, la gente se va a cans

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