La noche se extiende sin luna sobre el hipódromo de San Isidro y Nicki Nicole canta como si toda la vida se le fuera en Vivo por lei . Desde su 1,47 metro de altura mira a Andrea Bocelli como si lo esculpiese, con los ojos nublados con lágrimas que se resisten a caer. Pero no, no va a llorar ella justo ahora. Bascula el peso del cuerpo de un pie a otro y sigue cantando. Sabe que esta noche está acá para hacerlo con las vísceras. Su voz -lo sabe ella, lo sabemos todos- no le alcanza para acompañar al tenor más famoso del mundo. Y tal vez ni siquiera le importa. Vivo por ella sin saber/Si la encontré o me ha encontrado/Ya no recuerdo cómo fue/ Pero, al final, me ha conquistado.

¿De verdad importa si llega o no al tono de Bocelli? En las redes, muchos salieron a matarla en manada. Que no

See Full Page