La música italiana se encuentra de luto tras la muerte de Ornella Vanoni, quien falleció a los 91 años en su hogar de Milán. La noticia fue confirmada por el ministro de Cultura de Italia, Alessandro Giuli, quien subrayó la importancia de su legado artístico. Vanoni, una figura icónica de la música leggera, dejó una huella imborrable en la cultura italiana a lo largo de casi siete décadas de carrera.

Conocida por su estilo vocal único y su presencia escénica cautivadora, Vanoni se mantuvo activa hasta sus últimos días. A pesar de su avanzada edad, lanzó nuevo material discográfico para celebrar su 90º cumpleaños, lo que demuestra su inquebrantable pasión por la música. Su carrera comenzó en el Piccolo Teatro de Milán, donde se convirtió en musa del director Giorgio Strehler y colaboró con artistas como Darío Fo en la creación de "Le canzoni della Mala", que incluye clásicos como "Ma mi" y "Le mantellate".

A lo largo de su trayectoria, Vanoni se unió a la Escuela Genovesa de cantautores, donde su relación con Gino Paoli dio lugar a "Senza fine", una de las baladas más emblemáticas de la música italiana. Su influencia trascendió fronteras, destacándose en la difusión de la Bossa Nova en Italia con el álbum "La voglia, la pazzia, l'incoscienza e l'allegria", grabado junto a Vinicius de Moraes y Toquinho.

En la década de 1980, Vanoni amplió su carrera en Nueva York, colaborando con renombrados músicos de jazz como Gil Evans y Herbie Hancock. Fue pionera en su género, siendo la primera mujer en recibir el prestigioso Premio Tenco a la mejor cantautora, un reconocimiento que consolidó su lugar en la historia de la música italiana.

Su legado perdura en cada una de sus interpretaciones, que continúan inspirando a nuevas generaciones de artistas y amantes de la música. La muerte de Ornella Vanoni deja un vacío profundo en la cultura italiana, pero su obra sigue viva en el corazón de quienes la escucharon y admiraron.