Un nuevo estudio internacional realizado por antropólogos evolucionistas ha comprobado que la vida moderna ha superado el ritmo de la evolución humana, y sugiere que el estrés crónico y muchos problemas de salud actuales son consecuencia de una falta de adaptación evolutiva entre nuestra biología y los entornos industrializados actuales.
Durante cientos de miles de años, los seres humanos se adaptaron a las exigencias de la vida de cazadores-recolectores, caracterizada por gran movilidad y estrés intermitente. La industrialización, en cambio, ha transformado el entorno humano, introduciendo contaminación acústica, microplásticos, pesticidas, luz artificial y estilos de vida sedentarios.
"En nuestros entornos ancestrales, estábamos bien adaptados para afrontar situaciones de estrés agudo"

20 Minutos

Prensa Latina
CNN en Español
Clarín Estados Unidos
Associated Press Spanish
La Opinión
El Imparcial
Essentiallysports College Sports