Entre 80.000 y 100.000 euros: ese era el precio que un grupo de millonarios pagaba por matar civiles en Sarajevo, capital de Bosnia y Herzegovina, durante el asedio militar más prolongado de la historia moderna de Europa (1992-1996). Según informó la Fiscalía de Milán, estos ciudadanos —provenientes de Italia, España, Francia, Reino Unido y Estados Unidos— convirtieron las calles de la ciudad sitiada en un “safari humano”, una práctica que consistía en disparar a transeúntes como si se tratara de un siniestro juego.

Con el respaldo de integrantes del ejército serbobosnio, los visitantes eran trasladados a Sarajevo, donde recibían instrucciones sobre qué colinas debían ocupar para actuar como francotiradores. Las víctimas incluían incluso a niños, por cuyos asesinatos se ofrecían precios m

See Full Page