Este histórico evento, una verdadera función de lunes por la noche en la Arena Coliseo, reunió a más de 800 atletas de todas las disciplinas, en lo que pareció una batalla campal donde todos llevaban la máscara del esfuerzo.

Bajo la batuta del regidor Adán Galicia, quien fungió como referee invirtado, la posada congregó a luchadores de todos los estilos: desde los puros golpes del box, hasta las patadas voladoras del taekwondo y el wushu, sin olvidar el baile táctico de la zumba.

En una jugada que dejó a todos con la boca abierta, se rifaron más de 150 regalos, una verdadera lluvia de cabelleras que reconocía el sudor, la entrega y el orgullo con el que cada gladiador representa a Chihuahua, demostrando que aquí se le entra al quite sin temor al castigo.

Desde la esquina del ring, el re

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