Por Emilio Ulloa

Nearshoring: una palabra que resume, en una sola idea, la oportunidad histórica que tiene México para transformar no sólo su posición en las cadenas globales de suministro sino también la calidad del desarrollo económico que ofrece a las y los mexicanos. En su esencia, el nearshoring es la relocalización de procesos productivos hacia mercados cercanos al punto final de consumo con el objetivo de reducir riesgos logísticos, geopolíticos y de suministro. No se trata de una moda —es la respuesta racional a la disrupción causada por la pandemia, a la creciente polarización comercial entre las potencias y a la necesidad de resiliencia en cadenas productivas que ya no toleran la fragilidad de la máxima globalización de bajo costo.

Para México, el nearshoring es una ventaja est

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