NUEVA YORK- Un impuesto sobre el té una vez provocó una rebelión. Esta vez, solo está causando dolores de cabeza.

Los importadores de las preciadas hojas han visto cómo los costos aumentan, los pedidos desaparecen y los márgenes se reducen bajo el peso de los aranceles del presidente Donald Trump. Ahora, incluso después de que Trump les haya dado un respiro, los comerciantes de té dicen que no deshará el daño de inmediato.

”Tomó un tiempo para que se sientan los efectos de estos aranceles y tardará un tiempo para que se dejen de sentir” declaró Bruce Richardson, un célebre maestro del té, historiador del té y proveedor de tés en su tienda, Elmwood Inn Fine Teas, en Danville, Kentucky. “El té arancelado sigue en nuestros almacenes”.

Mientras que un puñado de grandes empresas están detrás

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