El Comité Directivo Estatal del PRI en Oaxaca, encabezado por su presidenta Carmelita Ricárdez, advirtió que México enfrenta un riesgo democrático grave ante la utilización del aparato del Estado para criminalizar la protesta y procesar penalmente a jóvenes por ejercer su derecho a manifestarse.

Ricárdez señaló que la detención y vinculación a proceso de jóvenes por participar en movilizaciones públicas constituye una señal alarmante de retroceso institucional. Aseguró que transformar la inconformidad social en delito rompe con los principios fundamentales de cualquier democracia y envía un mensaje de intimidación a toda una generación.

“No puede normalizarse que la crítica se castigue ni que la inconformidad se trate como amenaza. Un gobierno que responde a la ciudadanía con fabricación

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