Ciudad de México. Viola Ford Fletcher, la una de las últimas voces de la Masacre Racial de Tulsa de 1921, murió este lunes a los 111 años, dejando a su comunidad huérfana de un testimonio que durante más de un siglo mantuvo vivo el recuerdo de una herida que Estados Unidos nunca pudo cerrar, informó CBS News.

Su vida, marcada por la violencia supremacista y sostenida por una resiliencia inquebrantable, se convirtió en un faro moral en la larga lucha por la justicia racial. Fletcher, residente en Texas y abuela de seis, nunca dejó de evocar el terror que vivió de niña en el próspero barrio negro de Greenwood, que fue arrasado por una turba blanca en 1921.

Al menos 300 personas negras fueron asesinadas, miles desplazadas y más de 35 manzanas reducidas a cenizas, mientras la Guardia Nacion

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