El conserje de un hotel alojamiento llamó de manera insistente a la puerta de la habitación en la que se había alojado una pareja en horas de la tarde del sábado. Ya era domingo, y casi 24 horas después de que se iniciara el tiempo de hospedaje, el empleado golpeó una vez más la puerta y al no obtener respuesta, decidió girar el picaporte.

La cama estaba dispuesta para imposibilitar la apertura de la puerta de manera total y el conserje tuvo que hacer fuerza para lograrlo.

Cuando lo hizo, se dio con un escenario espantoso. Encontró el cuerpo del hombre colgado con las sábanas de la cama y en el piso de la habitación, vio que la mujer yacía, aparentemente sin vida.

Después se supo que el hombre tenía 27 años y la mujer, 47. Y que había denuncias previas de violencia por lo que existía un

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