Nueve años de una "guardia de amor" constante en la Catedral, por la presencia viva de Jesús Eucaristía. La feligresía católica celebró el domingo con un Cielo Abierto, que congregó a decenas de adoradores eucarísticos, frente a la catedral en un momento de profunda oración y alabanzas, que finalizó con la misa en el marco de la solemnidad de Cristo Rey, presidida por el párroco Ariel Giménez.

En un mundo dominado por la inmediatez y el ruido, la Catedral de Goya sostiene un milagro silencioso que se acerca a celebrar el próximo año su primera década de vida: la Adoración Perpetua Permanente. Fundada hace nueve años por el entonces cura párroco, Padre Ramón Adolfo Gutiérrez, esta obra se ha convertido en el corazón espiritual de la ciudad.

Una guardia que nunca duerme

La Adoración Perpe

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