Durante décadas, los paleoantropólogos se han enfrentado a una paradoja biológica. Los neandertales, una especie supuestamente adaptada al frío glacial de Europa, tenían narices enormes y anchas. Una característica que en teoría es completamente ineficiente para poder calentar el aire gélido antes de que llegue a los pulmones. Pero ante la falta de fósiles, los expertos no podían explicar qué había ocurrido exactamente con esta especie hasta ahora.

Una reconstrucción. Para poder entender qué ocurría aquí, los expertos han conseguido reconstruir de manera digital el interior de la nariz del ' Hombre de Altamura ', el neandertal mejor conservado del mundo, sin ni siquiera tocarlo. Y lo que han encontrado desmonta gran parte de lo que creíamos saber sobre la cara de nuestros primos e

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