Redacción.- Cinco años después de la muerte de Diego Armando Maradona, Nápoles sigue sintiendo su ausencia como si hubiera perdido a un miembro de la familia. Luigi, napolitano y vendedor de camisetas en el emblemático Quartieri Spagnoli, lo resume con una frase que se repite entre generaciones: “Fue como si se hubiera muerto un familiar”.

El 25 de noviembre de 2020, el ‘Pibe de Oro’ falleció a los 60 años víctima de una insuficiencia cardíaca y un edema agudo de pulmón. Pero en la ciudad que llevó al cielo futbolístico con dos Scudetti (1987 y 1990) y una Copa UEFA (1989), el mito nunca se fue. Su rostro, su nombre y su historia permanecen en murales, altares y barrios que lo adoptaron como un hijo propio.

Maradona, un napolitano más

Maradona se enamoró de Nápoles y la ciudad le devolv

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