Los artistas famosos, al menos en Europa y Norteamérica, parecen morir unos cuatro años antes que quienes no alcanzan esa notoriedad y, precisamente la propia fama, podría ser un factor asociado a un mayor riesgo de mortalidad.

Esa es la conclusión de un estudio observacional, es decir que no establece causalidad, encabezado por la Universidad Witten/Herdecke (Alemania), que publica Journal of Epidemiology & Community Health, del grupo BMJ.

“Al comparar cantantes famosos y menos famosos con antecedentes similares, este estudio sugiere que la fama, en sí misma, puede contribuir a un mayor riesgo de mortalidad, más allá de los riesgos asociados con ser músico profesional”, indica el artículo.

Los resultados mostraron que “los cantantes famosos tenían un riesgo de mortalidad un 33

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