La ministra de Hacienda sostiene que no es grave que el Parlamento tumbe la senda de estabilidad y que el 0,1% de margen que se daba a las comunidades para endeudarse se lo quedará la administración central

El Gobierno se compromete a ajustar 14.000 millones hasta 2028 para permitir más gasto a las comunidades autónomas

El Gobierno tiene asumido que el Congreso tumbará la nueva senda de estabilidad en la votación de este jueves y también cuando vuelva a llevar la propuesta, previsiblemente, en el último pleno del mes de diciembre. Será la primera gran derrota del Ejecutivo desde que Carles Puigdemont decidió romper y retirar su apoyo a Pedro Sánchez, aunque en Moncloa ya daban por hecho que los Presupuestos se habían puesto cuesta arriba.

A pesar del varapalo y de la constatación de que el Gobierno está en minoría parlamentaria, los socialistas lo minimizan e incluso hacen de la necesidad virtud al asegurar que el 0,1% del PIB extra que el nuevo marco presupuestario otorgaría a las comunidades autónomas para endeudarse lo aprovecharán para la administración central. Y es que lo que subrayan en el Ministerio de Hacienda es que no pasa nada por que el Parlamento tumbe esa propuesta a la hora de elaborar los Presupuestos Generales del Estado de 2026 que María Jesús Montero pretende presentar en el mes de febrero.

Compromís y Podemos adelantaron el martes que se abstendrían en la votación de este jueves, dejando la pelota sobre el tejado de Junts, que ya ha anticipado que no 'salvará' más al Ejecutivo. Con esos mimbres, todo el mundo en el Gobierno da por hecho el fracaso. “No les voy a a negar una realidad, porque, además, ustedes han podido escuchar la opinión y la manifestación que que ya han trasladado distintos grupos políticos y es posible que esa senda no salga adelante”, admitió la portavoz, Pilar Alegría.

El análisis de los pasos de Junts

“Nosotros hasta el último momento, desde luego, vamos a seguir trabajando y dialogando con todas las fuerzas parlamentarias”, agregó la ministra. Sin embargo, fuentes gubernamentales admiten que no se han esforzado en esa negociación a sabiendas de que no saldría adelante. En el Gobierno todavía están evaluando la nueva situación con Junts, a la expectativa de un posible cambio ante un hipotético regreso de Puigdemont y la intención es seguir adelante aunque sea con la capacidad legislativa mermada por sus 'noes' en el Congreso.

“Si no lo quieren, no lo quieren. Dialogar dialogamos siempre, pero ellos no han dicho nada de que vayan a votarla y el año pasado ya la tumbaron”, señalan fuentes gubernamentales, que ven contradictoria la estrategia de Junts con una senda de estabilidad que da “más autonomía” a las comunidades y entienden que eso debería ser un argumento para el apoyo de una fuerza independentista.

Igualmente, en el Gobierno creen que el viraje de Puigdemont tiene que ver con su competición electoral con la fuerza xenófoba Aliança Catalana que ha irrumpido con fuerza en el tablero. Pero consideran que los votantes de Junts no perdonarían un acercamiento al PP y que incluso ven con buenos ojos el apoyo a Sánchez. “La lectura que deberían hacer de la encuesta [en referencia al barómetro del Centre d’Estudis d’Opinió] en cuanto a tendencias es que tienen que mirar la estrategia que les es más fácil de explicar. No se entiende lo que hacen en España o en Catalunya”, reflexiona un miembro del Gobierno, que reconoce que “mientras esté fuera Puigdemont la relación con Junts no es normal y es complicada”.

Más allá de la mayoría de la investidura, a quien responsabilizan fundamentalmente en el Gobierno es al PP por tumbar una senda que da un margen de maniobra extra a las comunidades de 5.500 millones de euros en los tres próximos años. Y la mayoría de autonomías están en manos de los conservadores.

“Yo me imagino que a la comunidad autónoma de Aragón le gustará recibir 169 millones de euros, o a la comunidad autónoma de Madrid, 1.088 millones de euros, o a la comunidad autónoma de Andalucía recibir 731 millones de euros”, señaló la portavoz del Gobierno en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros: “Aquí el Partido Popular también tendrá que determinar si quiere hacer un ejercicio de responsabilidad”.

Al PP: “No se puede soplar y sorber a la vez”

“Soplar y sorber a la vez no se puede hacer, porque no puedes estar continuamente, especialmente desde las distintas comunidades autónomas, quejándote de la falta de financiación, de la falta de recursos por parte del Gobierno de España, y cuando se pone en marcha la posibilidad de que lleguen más de 5.500 millones de euros, votar en contra”, reprochó Alegría.

Sin embargo, en el Gobierno no tienen ninguna expectativa en que Alberto Núñez Feijóo dé sus votos dado que los gobiernos autonómicos de su partido votaron en contra en el Consejo de Política Fiscal y Financiera. Montero aplaudió la semana pasada que al menos en esta ocasión no hubieran hecho el “ridículo” apoyando la medida en ese foro mientras que el PP lo rechazaba en el Congreso, como ocurrió en ocasiones anteriores.

“Renuncian a disponer de esos recursos. La Administración General del Estado estará encantada de recoger esos recursos para desarrollar sus políticas”, expresó la vicepresidenta al presentar la senda de estabilidad aprobada en el Consejo de Ministros: “¿Cómo explican Bonilla, Ayuso, Mazón y el resto de los responsables autonómicos que, teniendo mayor capacidad de gasto, se rechaza por el simple hecho de no votar nada de lo que se plantea por parte de este Gobierno?”.

El Gobierno tiene claro el relato frente a esta derrota, que coincidirá con la vistilla del exministro José Luis Ábalos ante el Tribunal Supremo para la revisión de su libertad. El exdirigente del PSOE teme entrar en prisión y ha cambiado de estrategia pocas horas antes de esa cita con la justicia al elevar la presión sobre Sánchez con una supuesta reunión con Otegi sin pruebas y desmentida tanto por el presidente del Gobierno como por el líder de EH Bildu.