A partir de enero de 2026, el gobierno de Estados Unidos cobrará cien dólares adicionales a los turistas extranjeros que quieran entrar a sus 11 parques nacionales principales, entre ellos el Gran Cañón y Yosemite, lo que podría afectar a más de 16 millones de visitantes.

Así lo dio a conocer este miércoles el Departamento del Interior en un comunicado donde destacó que los viajeros internacionales pagarán 250 dólares (más del triple frente a los 80 dólares que cuestan para los estadounidenses) por los pases anuales que permiten visitar el Sistema Nacional de Parques (NPS, por sus siglas en inglés).

Las nuevas tarifas buscan priorizar la entrada de los estadounidenses a los parques y que los extranjeros paguen más para apoyar el mantenimiento de los sitios, indicó el departamento en un c

See Full Page