El kale es un vegetal muy versátil. De la familia de la berza, se conoce también como col rizada, kale portuguesa o col crespa. Se caracteriza por ser una col rizada de color verde intenso, con hojas onduladas, textura firme y un sabor ligeramente amargo. Aunque su origen se asocia al norte de Alemania, hoy en día se cultiva principalmente en el norte de Europa y en la costa noroeste de Norteamérica. Además, su cultivo resulta bastante sencillo, ya que prefiere climas fríos. De hecho, suele cosecharse generalmente en diciembre o enero, y en varios países se relaciona con las celebraciones navideñas.
Debido a su gran versatilidad, el kale puede consumirse de diferentes maneras: crudo, cocido, al horno, salteado, en sopas, ensaladas, chips e incluso en algunas preparaciones dulces. Por eso, se ha convertido en un ingrediente nutritivo y sabroso que puedes añadir fácilmente a tu alimentación.
Cómo cocinarlo
La clave para preparar el kale correctamente es evitar cocinarlo en exceso, ya que así se puede conservar mejor sus nutrientes y su textura característica. Se pueden elaborar desde recetas simples hasta platos más sofisticados. Como su sabor tiende a ser un poco amargo, conviene combinarlo con ingredientes que aporten dulzura, acidez, salinidad o un toque picante, creando así un contraste.
Antes de usarlo, es fundamental lavarlo bien para eliminar restos de tierra o posibles pesticidas. Una buena opción es sumergir las hojas en agua con un poco de vinagre durante unos minutos, enjuagarlas bajo el grifo y después secarlas con un paño limpio. Cuando el kale está limpio y seco, llega el momento de prepararlo según el plato elegido. Lo más importante es retirar el tallo central, ya que es más duro y fibroso y, puede resultar difícil de digerir. Una vez separado, puedes cortar las hojas en trozos más pequeños, adaptándolos al tamaño que prefieras.
Espaguetis de trigo sarraceno con kale

Con esta receta podemos aportar un toque distinto a nuestros espaguetis habituales, además, en este caso se trata de una versión sin gluten, lo que la convierte en una opción ideal para personas celíacas. En total emplearemos en esta receta cincuenta minutos. Estos son los ingredientes para cuatro comensales:
- 350 gramos de espaguetis de trigo sarraceno
- Dos dientes de ajo
- Media cucharilla de ajo en polvo
- 200 gramos hojas de kale, unas ocho o diez hojas
- Cuatro pimientos rojos
- 200 gramos de cebolla
- Hojas de albahaca
- Aceite, sal
Cuando tengas todos los ingredientes preparados, podemos ponernos manos a la obra. Para empezar, precalentamos el horno a 200 °C. Mientras alcanza la temperatura, cortamos los pimientos por la mitad y les retiramos las semillas, troceamos la cebolla y pelamos los ajos.
A continuación, forramos una bandeja apta para el horno con papel vegetal, rociamos un poco de aceite para evitar que los ingredientes se peguen y colocamos los pimientos, la cebolla y el ajo de manera uniforme. Después, salpimentamos al gusto y dejamos cocinar durante aproximadamente media hora.
Por otra parte, con el kale ya limpio, retiramos el tallo y cortamos las hojas en trozos. En un bol, añadimos las hojas junto con un chorro de aceite de oliva, ajo en polvo y sal, mezclamos bien para que se impregne correctamente.
Cuando falten diez minutos para que termine la cocción en el horno, incorporamos las hojas de kale a la bandeja para que se cocinen durante ese tiempo restante.
Mientras tanto, preparamos la pasta según las indicaciones del fabricante, en un cazo con agua hirviendo.
Una vez la verdura esté lista, la vertemos en el vaso de la batidora o del robot de cocina y la trituramos junto con la albahaca y un poco del agua de cocción de los espaguetis.
Por último, escurrimos la pasta, la servimos en un plato y esparcimos por encima la mezcla de verduras y kale. Si lo deseas, puedes añadir también un poco de salsa de tomate.
Ensalada de kale y frutos secos

Para elaborar esta receta, tan solo se necesita quince minutos. Estos son los ingredientes para dos comensales:
- Ocho hojas de kale
- Media taza de garbanzos cocidos
- 80 gramos de almendras laminadas o nueces picadas
- 80 gramos de anacardos
- Una cucharilla de miel (opcional)
- Sal y pimienta al gusto
- Un chorrito de aceite de oliva, unos 50 gramos
- Un diente de ajo
- Un yogur natural (puede ser griego o natural)
- 5 mililitros de mostaza de Dijon
- 5 mililitros de zumo de limón
Para comenzar, cuando el kale esté limpio y seco, retiramos con un cuchillo los tallos más duros y cortamos las hojas en trozos medianos.
Luego, las colocamos en un bol, añadimos un poco de sal y aceite y mezclamos para que vayan tomando sabor.
Mientras tanto, en otro recipiente preparamos el aliño: incorporamos el yogur, el zumo de limón, la mostaza, el ajo muy picado, la miel, sal y pimienta al gusto.
Mezclamos bien todos los ingredientes, añadimos un chorrito de aceite y volvemos a remover hasta obtener una salsa homogénea.
A continuación, en un bol grande, combinamos el kale con el aliño y, con ayuda de dos tenedores, mezclamos para que las hojas se impregnen por completo de la salsa. En este momento, añadimos los frutos secos y los garbanzos. Si lo deseas, también puedes incorporar fruta de temporada o un poco de queso por encima.
Sopa de cebada y kale

Esta receta es un plato de cucharada, donde obtendrás un resultado delicioso y caliente para esos días de frío. En total necesitaremos emplear una hora en la cocina y debemos tener en cuenta que la cebada debe estar a remojo la noche anterior a la elaboración de la receta. Estos son los ingredientes para cuatro comensales:
- Una taza de cebada, alrededor de 150 gramos
- Diez hojas de kale
- Media coliflor
- 200 gramos de cebolla
- Dos zanahorias
- Un diente de ajo
- Un litro y media de agua
- Una cucharada de aceite de oliva
- Pimienta y sal al gusto
Para comenzar, la noche anterior dejamos la cebada a remojo en un recipiente con agua templada y vinagre. Al día siguiente, la colocamos en un colador, la enjuagamos bien bajo el grifo y la escurrimos correctamente.
A continuación, pelamos las zanahorias, la cebolla y los ajos, y los troceamos. Por otro lado, cortamos en trozos pequeños la coliflor y el kale.
Mientras tanto, en una cazuela calentamos un chorrito de aceite y sofreímos la cebolla. Cuando esté transparente, incorporamos el resto de las verduras, mezclamos, añadimos sal, y dejamos cocinar por siete minutos.
Transcurrido ese tiempo, agregamos la cebada, vertemos el agua y tapamos la cazuela. Dejamos cocinar unos 35 minutos aproximadamente.
Por último, salpimentamos al gusto, añadimos el kale y dejamos cocinar un par de minutos antes de servir.

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