El Plan Michoacán por la Paz y la Justicia no es propiamente un “plan de pacificación”, sino de desarrollo regional integral que moviliza todo tipo de recursos públicos para neutralizar a los grupos criminales. Con éste se ocupa el territorio y predomina el mando miliar en las decisiones, bajo la supervisión de la presidenta Claudia Sheinbaum. Esto significa que ya hay, en los hechos, un ajuste en la estrategia nacional de seguridad

La reciente conformación del Plan Michoacán para la Paz y la Justicia y su inmediata aplicación, ante la crisis política estatal, es una respuesta contundente –con toda la fuerza del Estado en el ámbito federal, de sus instituciones y mecanismos de poder– a lo que amenazaba con convertirse en una insurgencia nacional, orquestada por la derecha en proceso de re

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