Tras los movimientos realizados en los últimos meses por los rectores, que se van concretando en propuestas para homologar en lo posible los exámenes de la selectividad que viene, se encuentran las protestas de Gobiernos como el gallego, que llevaba años denunciando un sistema de acceso que, proclamaba, «genera desigualdades» entre el alumnado de las distintas comunidades. Galicia argumentaba el buen hacer de sus estudiantes en PISA y lo confrontaba con unos resultados en la prueba de acceso a la universidad que, entendía, no se correspondían con ese perfil. Por ahora, y aunque la última selectividad poscovid, en la que lograron un 6,71, les permitió dejar de ser los penúltimos o antepenúltimos de la tabla, los preuniversitarios gallegos se quedaron de quintos por la cola en 2024.

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