Cuando el presidente Javier Milei anunció durante una entrevista que el Gobierno le iba a comprar submarinos a Francia, el embajador argentino ante ese país, Ian Sielecki , que justo se encontraba en Buenos Aires, llamó inmediatamente al ministro de Defensa, Luis Petri , y le pidió una reunión para conversar sobre el tema, que no estaba en agenda.

Hasta ese momento, tanto en el interior de las Fuerzas Armadas como en la Casa Rosada circulaba la versión de que las autoridades nacionales estaban evaluando alternativas para recuperar su capacidad militar debajo del mar, que perdió tras el hundimiento del ARA San Juan.

En rigor, las conversaciones con los distintos fabricantes de este tipo de embarcaciones comenzó hace poco más de tres años, durante la administración de Alberto Fern

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