“Por favor acepten mi renuncia. No quiero pertenecer a ningún club que me acepte como miembro”

Groucho Marx

Ciudad de México.- La del fiscal Alejandro Gertz Manera fue una renuncia forzada y desaseada. Así lo sugiere el circo que se montó ayer cuando se citó a una sesión extraordinaria del pleno del Senado en la que se mantuvo a los senadores esperando por horas, perdiendo el tiempo en espera de una carta que no llegaba y que cuando arribó tenía solo tres párrafos.

La posibilidad de destituir al fiscal era mucho más complicada. El artículo 102 de la Constitución establece que el fiscal general solo podrá ser removido por el ejecutivo federal por "las causas graves que establezca la ley". Ni la presidenta Sheinbaum ni nadie más han señalado una causa grave. En la mañanera de ayer la mand

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